🛡️ SUNAFIL exige acción: más de 26 mil empresas deben reportar su comité contra el hostigamiento sexual laboral

Desde el 21 de mayo de 2025, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) ha intensificado sus acciones para garantizar entornos laborales seguros y libres de hostigamiento sexual. Más de 26 mil empresas han sido notificadas para que informen si cuentan con el Comité de Intervención frente al Hostigamiento Sexual o, en su defecto, si han designado a un delegado responsable. Este requerimiento, regulado desde el Decreto Supremo N.º 014-2019-MIMP, no solo es una obligación legal, sino también una señal clara del enfoque preventivo que se exige a las organizaciones.

Para las empresas, y especialmente para los contadores y responsables de cumplimiento, este llamado implica revisar con urgencia si se ha cumplido con este deber formal. Según el marco normativo, aquellas empresas que cuenten con 20 o más trabajadores deben constituir un comité; las que tengan menos deben nombrar a un delegado. No hacerlo puede considerarse una infracción muy grave, lo cual conlleva sanciones que pueden ascender hasta 45 UITs.

Desde una perspectiva contable y administrativa, esta obligación requiere una gestión documental ordenada. Es indispensable verificar que exista un acta formal de designación, capacitación de los integrantes o del delegado, y que se haya difundido internamente la política de prevención del hostigamiento sexual. También se debe implementar un procedimiento claro para la atención de denuncias, así como mantener registros accesibles en caso de fiscalización.

Más allá del cumplimiento, esta medida representa una oportunidad para fortalecer la cultura organizacional. La prevención del hostigamiento sexual en el trabajo no solo reduce riesgos legales, sino que mejora el clima laboral, protege a los trabajadores y fortalece la reputación de la empresa. Los contadores, al estar involucrados en el cumplimiento normativo y en la administración de recursos humanos, desempeñan un rol clave para asegurar que estas políticas no se queden en el papel y se integren realmente en la gestión empresarial.

En conclusión, responder oportunamente al requerimiento de SUNAFIL no es solo una formalidad: es parte de una estrategia integral de cumplimiento y responsabilidad social empresarial. Estar al día con estas exigencias no solo evita sanciones, sino que reafirma el compromiso de la empresa con un entorno laboral digno y libre de violencia.