SUNAT rompe récord en abril: ¿reactivación económica o presión tributaria?
En abril de 2025, la SUNAT sorprendió al país con una cifra contundente: un crecimiento del 17,7% en la recaudación tributaria respecto al mismo mes del año anterior. Pero ¿qué significa realmente este aumento? ¿Estamos frente a una recuperación económica sólida o simplemente ante una estrategia de fiscalización más agresiva? En este artículo analizamos las causas detrás de este repunte y lo que deben tener en cuenta los contribuyentes formales.
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5/26/20251 min leer


La Nota de Prensa N° 033-2025 publicada por SUNAT reveló que en abril de 2025 los ingresos tributarios aumentaron en más de S/ 2 000 millones respecto al mismo mes del año anterior. Este crecimiento del 17,7% no es una cifra menor y ha generado diversas interpretaciones tanto en el sector económico como entre los contribuyentes.
Desde mi punto de vista, este resultado es el reflejo de una combinación de factores. Por un lado, es innegable que ciertos sectores productivos como minería, servicios y comercio formal han comenzado a mostrar señales de recuperación tras un 2024 marcado por la desaceleración. Eso ha generado un aumento en las ventas, lo que naturalmente se traduce en mayores pagos de IGV e Impuesto a la Renta.
Sin embargo, otro componente clave ha sido el endurecimiento de las medidas de fiscalización. En los últimos meses, SUNAT ha intensificado las acciones de control cruzado, visitas inopinadas y exigencia del cumplimiento de libros electrónicos y comprobantes de pago electrónicos. Además, ha mejorado su capacidad de fiscalización digital gracias al uso de inteligencia artificial para detectar inconsistencias en tiempo real.
Esto plantea una realidad dual: si bien hay una reactivación en marcha, muchas empresas han tenido que regularizar sus obligaciones tributarias bajo presión. De hecho, una parte del aumento en la recaudación también se explica por mayores pagos extraordinarios por fiscalizaciones, multas y rectificaciones.
Desde la perspectiva empresarial, este escenario obliga a redoblar esfuerzos en la gestión tributaria preventiva. Ya no basta con declarar a tiempo: ahora es indispensable contar con una contabilidad ordenada, comprobantes electrónicos correctamente emitidos, sustentos de gastos válidos y conciliaciones bancarias al día.
En resumen, este crecimiento de la recaudación es una buena noticia para el país, pero también una advertencia para las empresas: la informalidad y el descuido fiscal tienen cada vez menos margen de maniobra. Aprovechemos esta coyuntura para fortalecer la cultura tributaria en nuestras organizaciones, no solo por obligación, sino como una estrategia de sostenibilidad empresarial.